Más allá del tiempo y de los kilómetros… entre silencios y hechos, siento que pierdo. Siempre que pierdo, porque falta siempre un poco más, de lo que quiero. Entre el eco de tus pasos, no queda más que seguir andando… más allá de lo que puedas creer, mas allá de los sueños que puedas tener. Y despierto, sin nadie más que ver… y muero cada noche, en espera de saber… son sueños que persigo tener… y ante la locura del que ve, es mi locura la que es.
Creo volverme loca… pero, entre loc@s, es demasiado tarde, ya no me ven, ya no es como debe ser… lágrimas del revés, mi cuerpo vuelto hacia fuera… creo estar más allá de mí… perdiendo la fe en el mundo, pero no en mí. No es fácil crecer, creer que una puede llegar a ser… lo difícil es ver más allá de la realidad, y traerlo a lo cotidiano.
Sueños son, y para ello soñamos… yo persigo hechos, y porque creas que estoy delirando, no van a dejar de ser mis metas. El tiempo es mi único enemigo… las palabras de imposible, solo son palabras que se olvidan.
Otra página de mi vida a pasar, otro capítulo en mi libro a guardar… esto no acabará, gente a la que le pueda no gustar… porque mi mensaje es: “Si crees que puedes volar… salta desde lo alto, y deja de hablar”. Much@s deberían saber callar, otr@s deberían saber hablar cuando deben hablar… tod@s deberíais saber que el tiempo nos pone a cada un@ en su lugar, y a una en primer lugar
Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas. Lo sé, porque lo he intentado. Tampoco un millón de lagrimas. Lo sé porque he llorado hasta no poder más.
Tal vez lo único que duele más que decirte adiós es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de ti.
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