Buscando El Sitio

Para que nada nos separe, que nada nos una



IBSN: Internet Blog Serial Number 248-5-12-9891

Un largo camino por recorrer

jueves, 14 de abril de 2011

Yo sola, sin que nadie me lo diga, cojo la cuerda, me la hecho al hombro y empiezo a tirar del carro sin mirar si es viejo, nuevo, si esta deteriorado o quizá resplandeciente. Sólo cojo la cuerda y empiezo a tirar porque algo dentro me dice que lo haga. 

Y el caso es que empiezo con orgullo y fuerza, sintiéndome poderosa, voy arrastrando el peso con una sonrisa, utilizando todas las herramientas que he encontrado por el camino y sigo tirando pacientemente convencida de que tengo posibilidades de llegar al destino marcado, que estoy haciendo un bien para ambos.

Tiro y tiro y las fuerzas van disminuyendo, y miro atrás y no veo bien de lo que estoy tirando, hay como niebla, pero me digo que no debo parar, que yo puedo con este esfuerzo, que mi intuición dice que el contenido del carro de verdad merece la pena.

Y tiro y tiro y empiezo a notar como el sudor resbala por mis ojos y ya no se si es sudor o son lágrimas de desesperación porque no doy con la estación deseada, pero no paro, no me dejo vencer.

Entonces, en algún momento mi dolor de pies, de gemelos, de manos, de hombros, se traduce en una ira contenida llamada orgullo. Un orgullo que me dice que tanto esfuerzo merece como poco un vaso de agua para poder continuar el camino, que quizá el carro no quiera ser tirado, que en verdad lo cogí sin permiso porque no puede ser que nunca vea la estación de destino, no puede ser que algo que prometía ser divertido se convierta en algo tan agotador y cruel.

Es el momento en que paro, casi sin aliento, tiro la cuerda al suelo, pongo las manos sobre mis rodillas e intento coger aire para recuperar las fuerzas.
Es cuando mi rostro se endurece y parece perder brillo, color y vida.
Es cuando pienso que quizá me equivoque otra vez, otra vez malgaste energías inútilmente porque no puede ser que todos los carros del mundo no sepan jugar a dejarse arrastras por el prado azul, no puede ser que todos tiren en dirección contraria.

Me rindo. Me escondo en mi nido, miro hacía abajo y en la soledad de esta cornisa donde vivo intento despojarme de mis pensamiento para encontrar nuevos caminos que explorar.

Ahora me pregunto si sabías, si en todas las ocasiones que lo dije o lo pensé te diste cuenta de que yo no quería amarrarte a la puerta de mi cortijo eternamente. Sólo pretendía dar un divertido paseo por el prado, jugar un rato a juegos reparadores de heridas, saltar y brincar en la hierba, mirarnos a los ojos, reírnos como idiotas y luego, tras un largo beso, despedirnos hasta la próxima excursión al campo. Nunca mire el futuro solo vivia el presente

0 comentarios:

 

Certificados de calidad

espainfo.es
estamos en
BlogESfera Directorio de Blogs Hispanos - Agrega tu Blog

directorio de weblogs. bitadir
Bitacoras.com
My Ping in TotalPing.com

Twitter