Bajo mi corazón un día escribí… “Cuando quieras te dejaré ir… pero, si te vas jamás me volverás a sentir…” y segui… escribiendo para cuando llegara el momento… supiera verlo… roto, y recompuesto, herido y curado de nuevo, si te lo llevas… devuélvemelo cuando te vayas… y déjeme intentarlo de nuevo… volveré a crear versos, a escribir bajo noches largas sin sueños… y volveré a desaparecer de nuevo… seré quien siempre vuelve a sacarme del agujero… y sobreviviré como siempre supe hacerlo…
Bajo mi cabeza… se encuentra un lugar sombrío, oscuro, y lleno de "tormentos"… pésimos sueños, que siempre eligen el lado menos bueno, para no tener una pizca de ilusión por ello… no te adentres conmigo… y deja mi pequeño mundo en mi sitio… o no aguantarás por mucho tiempo, y saldrás corriendo… aquí dentro está escrito… “yo elegí ser lo que soy y lo seguiré siendo… no intentes cambiar eso… yo me acepto”.
Y entre uno y otro juegan… se pelean… se dejan y se reencuentran… una mirada que se pierde frente a un espejo… y el tiempo que pasa… y pasa… y pasa…
Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas. Lo sé, porque lo he intentado. Tampoco un millón de lagrimas. Lo sé porque he llorado hasta no poder más.
Tal vez lo único que duele más que decirte adiós es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de ti.
0 comentarios:
Publicar un comentario