Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas. Lo sé, porque lo he intentado. Tampoco un millón de lagrimas. Lo sé porque he llorado hasta no poder más.
Tal vez lo único que duele más que decirte adiós es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de ti.
Más Allá
martes, 5 de abril de 2011
Y dejaré a un lado todo aquello que quedó secundario, me dejaré a un lado, y me veré marchar, quedándome en mi eterno pasado olvidado, mientras el crecer deja atrás los años, y los años nos enseñan la lección que atrás nos equivocamos. Y mientras me encuentre al otro lado de mi reflejo, y no sea otra persona la que soy… seré yo, a pesar de que ya pocos me ven cuando dejé de mostrarme
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