Quiero gritar, gritar tan fuerte, hasta que el mismísimo mundo tiemble… quiero romper paredes, que siempre juegan a encerrarme… odio al tiempo, a rabiar, por su maldita costumbre de hacerme creer que jamas tengo su control… odio a cada kilómetro, a cada metro y centímetro que hay de por medio entre tú y yo. Y sin embargo, me doy cuenta… que todo eso no sirve de nada, y tan sólo me queda, respirar… y respiras, hasta apreciar que, me sobran tantas palabras…
Estaré esperándote, hasta el amanecer si hace falta.
0 comentarios:
Publicar un comentario